CON GARDEL Y OTROS ASTROS
Humpery Bogart y Mona Maris, en 1930
En lo tocante a las películas de Gardel, puede resaltarse como curiosidad que en "El tango en Broadway", de 1934, apareció la actriz guatemalteca Blanca Vischer. En el cine comercial de la empresa Columbia, Vischer aparecerá en más de una ocasión en los cortos humorísticos de "Los Tres Chiflados". Una de esas conocidas cintas, será nada menos que la famosa película de los chiflados en la peluquería de mujeres en México, donde dejan sin pelos a Blanca Vischer.
Gardel en los Estados Unidos había mantenido trato con Greta Garbo y con Bing Crosby. Según Tito Lusiardo, en reportaje que atesoro, la famosa actriz de caracterizado muy mal humor y de elevadas infulas personales (su fama justificaban el porque de su proceder), había sido so rendida por la simpatía de nuestro cantante. En una carta de Alfredo Le Pera, también se nos habla de Greta Garbo y de la comparación que se efectuaba entre los artistas a la hora de los dividendos. Estaba claro que Gardel no era un artista de segunda para los productores del celuloide. Con Bing Crosby, la relación fue mucho más que interesante y en otra entrada, comentaré los pormenores que he podido rescatar hasta la fecha.
Sabido es en el ambiente, que Gardel intimó con Charles Chaplin. La primera vez en la temporada del invierno europeo (enero y febrero de 1931) en Niza, donde se conocieron y pasaron algunas noches juntos, ya que el actor solia frecuentar las actuaciones de Gardel y de la orquesta de Julio De Caro en el Palacio del Mediterráneo. Gardel actuaba allí nada menos que junto a la célebre bailarina y cantante Mistinguett. El segundo encuentro lo tuvieron en Londres, pero en el invierno posterior (enero de 1932), en la mansión de la Baronesa de Wakefield, que los había presentado en Niza doce meses antes. Por último, Gardel fue durante varios dias,huésped de Chaplin en los Estados Unidos, previo a su salida en gira hacia Puerto Rico. Existe un famoso reportaje de Chaplin donde habla largo y tendido sobre Gardel, pero que será analizado en otra entrada.
El nombre de Gardel y de nuestro tango rodeado de figuras ilustres del cine como Chaplin, Greta Garbo, Orson Welles, Marlon Brando o Sofia Loren, nos indican una fama por demás trascendente de las fronteras sudamericanas.
Pero pocos sabrán, que el maestro José Martínez, tuvo su propia orquesta típica, que dirigió entre 1918 y 1922 y que grabó discos para la serie avanzada de la casa Columbia, en las etiquetas de Columbia Grafonola.
Mientras actuaba en el salón de baile "Parisina" de Buenos Aires, lo contrataron para grabar "La cumparsita" en la Columbia. El maestro Martínez desde el piano, con dos grandes bandoneonistas como Roque Biafore y Graciano De Leone y dos notables violinistas como Antonio Buglione y el legendario compositor de la guardia vieja, Pedro Festa, se aprestaron a grabar un par de placas, hoy inhallables. Estos registros fueron efectuados entre 1918/1920.
A su vez, este quinteto supo actuar en la "Glorieta" de Avenida San Martín y Gaona. Poco después, se incorporaron a la compañía de Vittone-Pomar y animaron los carnavales en el Teatro Liceo de Rivadavia y Paraná.
En 1920, Enrique Pollet y Juan Arcuri, reemplazaron a los legendarios fueyes, como Emilio Ferrer sustituyó a Pedro Festa.
En 1922, Francisco Caso reemplazó a Arcuri y Félix Vallota a Ferrer. Con este conjunto trabajó junto a Vittone-Pomar en el Teatro Avenida, en la famosa obra de Manuel Romero "El gran premio nacional", donde acompañaron musicalmente al actor José Muñiz en el estreno del tango que hicieron para dicha obra: el inolvidable "Polvorín", dedicado al caballo de carreras. Eso ocurrió el 28 de julio de 1922 y poco después lo llevó al disco el propio Carlos Gardel. El éxito de "Polvorín" fue tan grande, que la compañía se vio obligada a trasladarse al Uruguay, para presentar la obra en el teatro "Urquiza" de Montevideo.
En 1923, la orquesta pasó a formar parte de la compañía de Luis Arata y Tomás Simari en el Teatro Smart de la calle Corrientes. Ese año, Martínez dejó la batuta y volvió a trabajar bajo las ordenes de Francisco Canaro.