lunes, 21 de febrero de 2011
TANGO Y FÚTBOL
sábado, 19 de febrero de 2011
GARDEL Y LAS EDICIONES EXTRANJERAS
DE GARDEL EN EL EXTRANJERO
cantando su tango
"Melodía de arrabal".
Edición del año 1935.
Aprovecho la oportunidad para dar muestras de como se debe trabajar metodológicamente en el coleccionismo. La información de que la edición del disco data de 1935, puede demostrarse en mérito al estudio de catálogos y etiquetas de rigor, que poseemos los coleccionistas. Esta tanda de versiones argentinas publicadas por los ingleses incluía grabaciones de Gardel -quien se encontraba en el pico de su fama-, Francisco Canaro y Julio De Caro entre otros intérpretes.
Puede ser cierto que esa foto pudo haberse adherido ayer u hoy a ese disco, pero es notorio que la misma fue recortada de una revista de época. O sea, no la agregó la casa Parlophone, sino que seguramente lo adosó el adquirente o el vendedor (o los sucecivos adquirentes y vendedores), en la medida que de la desprolijiodad del corte, se indica la acción de la tijera y el papel se nota a claras vista que obedece a una publicación. Otro detalle minúsculo: la foto está tomada de un negativo al revés, producto de una copia masiva de foto de foto, ya que la Parlaphone si deseaba poner una foto, recurriría como en muchos otros casos, a estampillas oficiales y no a recortes pegados.
En este caso la casa de discos Regal, que en España estaba ligada a la Columbia y en Francia a la Odeón, publicaba el tango "Tomo y obligo" de enorme masividad, pero vendía el disco cual si fuera una ópera; anunciaba primero la película y luego en letras más pequeñas el título del tango. Y no hay demasiadas explicaciones de por qué se estiló esa etiqueta: la difusión de esa cinta en España, fue casi insuperable.
Cualquier intérprete buscaba trascender cantando los éxitos de Gardel en esos años, y recurría a este repertorio de "Luces", como al resto del cancionero de ese filme.
La otra cara de este disco nos reportará un estudio mucho más sencillo sobre la estampilla inserta. Tranquilamente se lee en aquella, el nombre del compositor del tango.
La estampilla con la firma o el nombre del autor o compositor, indica autorización del mismo para la circulación de la obra, con la consecuente receptoría de los derechos de autor. Las estampillas mecanografiadas solían ser hechas por los empleados de las grabadoras previa conformidad del interesado o en su defecto se utilizabn sellos pre-grabados. En otras ocasiones se perfilaban iniciales de los autores o ejecutantes como en los emblemáticos casos de Razzano quien firmaba las estampillas con su indiscutida: R.
LA INMENSA POPULARIDAD DE GARDEL
Gardel e Imperio Argentina,
dos de las máximas estrellas
mundiales de la canción
popular del siglo XX.
Afiche publicitario de Melodía de Arrabal en España, 1933.
La inmensa fama del tango merced a la fonografía hizo aparecer a Gardel en el primer plano del canto internacional. Luego de recorrer algunas plazas sudamericanas donde sus discos se difundían grandemente, realizó sus viajes a Europa que extendieron su figura por Madrid, Barcelona y París para establecer su reputación indiscutida como el máximo artista latinoamericano en el extranjero.
Con el paso del tiempo y siempre con centro de operaciones en París, llegarían otras excursiones artísticas por la Costa Azul, Italia, Londres y Alemania, que le granjearían mayor prestigio. Teatros, cabaret y hoteles de lujo sumado a emisiones radiales en cadena por las capitales europeas, le adosarían el mayor respeto. Pero fue sin duda alguna, el celuloide que agigantó su imágen en la pantalla.
Sin entrar a analizar los cortometrajes efectuados por Gardel en 1930 (u otros que pudo haber hecho y se perdieron, incluso en Europa), la aparición del cantor en la película Paramount "Las Luces de Buenos Aires" filmada en Joinville en el año 1931, fue rutilante. A los éxitos que la misma acarreó en los países latinoamericanos y en España, debe añadirse su temprano éxito en los Estados Unidos. Programas que atesoraba Agustín Cornejo y hoy pueblan nuestra colección, atestiguan como ya desde 1931, cines de Los Angeles, Nueva York y otras ciudades norteamericanas delatan el cartel principal de la cinta.
La película dirigida por Adelqui Millar bajo argumentos de Manuel Romero y Luis Bayón Herrera, lució a Gardel con otras figuras como Sofía Bozán y Gloria Guzmán, pero fue sin dudas la voz del cantante en las versiones de la canción "El rosal" y por sobre todo, del tango de su autoría en dupla con Romero, "Tomo y obligo", que le abrieron las puertas del cine mundial.
La Paramount francesa, luego de negociaciones complejas, contrató a Gardel una vez más para filmar otras dos producciones en 1932. Así llegaron, "Esperáme" y "Melodía de arrabal". Dejo como paréntesis para un estudio filmográfico mucho más complejo el mediometraje intitulado "La casa es seria", que protagonizaron Gardel con Imperio Argentina y que si bien también fue exhibida y comercializada por la casa cinematográfica gala, me permito sospechar que esa producción obedecía a otros proyectos fílmicos ajenos y que se endosó finalmente con las dos proyecciones centrales. Es más, si bien siempre se ha dicho que la misma se filmó en Joinville (y un afiche de época lo anuncia), no descarto que ese dicho sea uno de los tantos dogmas que se han repetido sobre Gardel. Es más, sospecho que "Espérame" tampoco se filmó en Joinville. Pero volveré sobre el tema en otro escrito más concreto.
Filmadas en Joinville ("Melodía de arrabal" como antes "Luces") o en otras ciudades ("La casa es seria", "Espérame"), la cuestión estriba en que las películas fueron de un éxito rotundo.
Aparecen en la película para la historia de nuestra música criolla, tangos tales como "Silencio", "Melodía de arrabal", "Me da pena confesarlo", "Recuerdo malevo", "Estudiante" y otras hermosas composiciones como la zamba "Criollita de mis amores (ensueños)", la rumba "Por tus ojos negros" y las canciones melódicas "Quiéreme" y "Cuando tu no estás".
Empieza a colaborar con Gardel, el genial Alfredo Le Pera y en esa época grandes músicos trabajan en su círculo: el pianista Juan Cruz Mateo, el guitarrista Horacio Petorossi, el talentoso compositor francés Marcel Lattes y la gran orquesta cubana del maestro Don Aspiazú, pero también Raúl Moretti y el conocido español José Sentis, vinculado al asesoramiento musical de la inigualable Imperio Argentina, famosa ya en toda América, España, Francia, Italia y principalmente Alemania. La habanera "No sé por qué" del maestro español cantada en la película por Imperio, fue un gran éxito en toda Europa, y no en vano la Paramount unió a esos dos artistas de lengua española. Precisamente porque eran a la sazón, las dos figuras más destacadas del canto hispano en todo el orbe.
Casa Salabert de París (con reediciones en Bruselas, Nueva York y Berlín), publican en 1933, la versión francesa de "No sé por qué" y la publicidad de la cinta Paramount, "Melodía de arrabal"
Como lo demuestran estos afiches de época y al contrario de lo que muchos han dicho (inclusive supuestos o certeros protagonistas de los acontecimientos o críticos de valía), las canciones y las películas de Gardel se fueron dando en varios idiomas casi simultáneamente: inglés, francés, portugués, italiano e inclusive como un afamado coleccionista atesoraba una copia, alemán. (Prensa de época también dio muestras de ello).
Pasaba que la figura de Imperio Argentina era muy considerada en Alemania, donde Gardel acababa de presentarse con Juan Cruz Mateo (agosto de 1932) y era reclamado ya por los discos. Inclusive, tenemos noticias que desde el primer lustro de la década de 1920, los discos de Gardel ya llegaban a las provincias germanas, conjuntamente con los de Canaro, Firpo, Fresedo, etc.
Versión italiana de "Melodía de arrabal". Anuncio del tango traducido al italiano y publicidad de la película homónima. Afiche musical de 1933.La casa Salabert de París era una de las primeras editoriales musicales y fonográficas del tango en Francia y como en otras ocasiones, publicó impreso el repertorio de Gardel.

domingo, 26 de diciembre de 2010
BASTA DE PAVADAS
En la actualidad, cualquier persona que busque destacarse en los medios culturales busca la publicidad del apellido Gardel y ostenta chapa de investigador. Otros más osados -que jamás vieron un libro de teoría historiográfica-, sacan patente de historiadores y no faltan los idiotas que se otorguen las glorias de ser expertos y críticos en la materia, como si ya superados de todos los problemas que estamos tratando de resolver los investigadores en serio -que no somos más de seis-, vienen a darnos cátedra sobre Gardel, Razzano, Bertha, Fortunato Muñiz, Esteban Capot, Anaix Beaux, Armado Defino, Adela Blasco, Edmundo Guibourg, Leguisamo, Maschio, Canaro, y otras personas vinculadas a Gardel, como si supieran de lo que nunca conocieron, porque son nulos sus conocimientos sobre el tango y la cultura argentina.
Desde hace ya cinco o seis años, cuando explotó el fenómeno de internet, se sucedieron una serie de sitios con informaciones y análisis que dejan mucho que desear, como GARDELWEB Y GARDELORIENTAL, donde solo se logra aportar confusión. A las erróneas interpretaciones francesistas se le suman ahora escandalosas internas entre sus miembros, acusaciones mutuas y trabajos de pésima calidad, sea en cuanto a erudición o datos (en varias obras), o sea en lo tocante a la hermenéutica del discurso de los trabajos (en todas sin excepción).
Desde el otro bando, atorrantes de la peor calaña, inventan cada vez más cretinadas con una gama de estupideces que solo despiertan la cólera del que quiere avanzar seriamente en la investigación. Como ya no saben que decir de Bertha buscan vericuetos hacia los costados de la biografía de la madre de Gardel como la señora Ducasse, Capot, Fortunato y Anaix, Defino, etc, para empiojar la cancha que ellos mismos contribuyeron a embarrar. El sitio más destacado del tango a nivel mundial no ayuda para nada a contener la locura. Además de los flojos trabajos (se repite siempre lo que ya todo el mundo sabe, y se le agregan horrores que no se quien autorizó a relucir), abren el juego a un foro de impresentables comentaristas que solo agravian a los verdaderos enemigos de la cosa, sin saberlos combatir con el rigor que se merecen.
En cuanto a ediciones de libros, en el último lustro, todo ha sido en vano. De obras voluminosas o pequeñas, publicaciones de grandes editoriales, o de conocidas casas de libros que sacan cada vez peores trabajos sobre la cultura argentina o de ediciones personales, TODO DA VERGÜENZA AJENA. Personas que jamás han conocido la obra de Gardel y que no son capaces de diferenciar un tango de un vals, son aplaudidos y comercialmente triunfadores. Coleccionistas (seudo coleccionistas, mejor dicho) de conocimiento público han hecho destrozos con algunos trabajos en materia de interpretación y sobre todo de conceptualización. El infantilismo que rodea la publicación de algunos trabajos específicos es francamente lamentable y pone en tela de juicio la capacidad intelectual de sus autores. Los párrafos que se leen despiertan iracundia porque no se conciben tratamientos tan burdos e ignorantes en materia gardeliana. Los menos malos de todos los investigadores presumiblemente gardelianos (que de por sí son malísimos), son dogmáticos y literales. Las obras que se dan por buenas en la asignatura, son precisamente las peores porque han recopilado y dibujado datos sin hilvanar una sola idea explicativa ni una sola interpretación explicatoria, además de pifiar en cientos de datos que se dan por buenos.
Sinceramente estoy harto de tantos chantas. No es de extrañar que en este país que pasó de tener una cultura susceptible de forjar a un poeta y cineasta como Homero Manzi o a un periodista, escritor y filósofo como Jorge Luis Borges, y haya pasado a endiosar ahora a la Mole Molly y a Tinelli, se pase en el tango del talento de un Dante Linyera, a todos estos mercenarios, alcahuetes, figuretis, politiqueros, y tarados que pululan hoy dia, básicamente por sitios de internet.
Les puedo aconsejar dos cosas: una que vean de que manera se debe trabajar. Para eso soliciten el libro “Yrigoyen y el tango” que he publicado recientemente con Mario Valdéz o lean nuestra página wwww.investigaciontango.com; la otra, que se dejen de escribir bobadas y se dediquen a escuchar a Gardel que mal no les vendría, ya que muchos de esos “expertos” (sic) no han conocido el repertorio del magnánimo cantor.
Por último, les pido un favor casi como suplicante: NO ESCRIBAN MÁS SOBRE GARDEL. CIERREN LA BOCA. VAYANSE BIEN A ESOS LUGARES DONDE PUEDAN REFLEXIONAR ACERCA DE OTRA COSA QUE NO SEA GARDEL O EL TANGO. PRECISO TRABAJAR SERIAMENTE CON MIS MÁS INMEDIATOS COLABORADORES, TENGO POCO TIEMPO Y SI TENGO QUE DETENERME A EXPLICAR CADA MENTIRA DEL URUGUAYISMO (Y EL PORQUE DE CADA MENTIRA Y EL PORQUE DEL PORQUE SE ELIGE ESA MENTIRA Y NO OTRA), Y TENGO ENCIMA QUE LIDIAR CON TODOS AQUELLOS FRANCESISTAS QUE NO DEJAN MACANA POR HACER, LA LABOR MÁS FECUNDA POR REALIZAR QUE ES EL TRATADO GARDELIANO EN DOCE TOMOS, SERÁ IMPOSIBLE.
Alguna vez el máximo, Bruno Cespi, me enseñó dos maneras de enfrentar a estos imbéciles: por un lado con indiferencia, para negarles entidad, a tipos que jamás vieron un disco original, foto o partitura y nos vienen a bajar línea indecorosamente; pero esto generaba que el espacio fuera copado por gente basura, verseros que meten camelo a más no poder: “miente, miente, que algo quedará”. La otra manera de evadirlos era la de decirle en la cara lo que son: unos tremendos atorrantes. Hoy les declaro la guerra a esos farsantes. BASTA muchachos y muchachas. El tango les queda grande y a Gardel no pueden llegar nunca.
Con mi más profundo desprecio,